Toxoplasmosis, seguro que has oído hablar sobre esa extraña palabra que rodea a existencia entre los gatos y las mujeres embarazadas. Oh vaya, ¿eres una de ellas y buscas información acerca de la peligrosa Toxoplasmosis? Estupendo, por que hoy vamos a ver de qué se trata, descubriremos los falsos mitos, aprenderemos a eludir los posibles riesgos y peligros de la Toxoplasmosis.
¿Qué es la toxoplasmosis?
Antes de comenzar debemos saber qué es la Toxoplasmosis. Es una enfermedad parasitaria transmitida a través del protozoo Toxoplasma gondii, que afecta prácticamente a todos los mamíferos, los cuales actúan como hospedadores intermediarios, uno de sus hospedadores favoritos definitivos es el gato y en el que el protozoo puede finalizar su ciclo biológico.
Por este motivo siempre y en toda circunstancia se asocia a esta enfermedad con los gatos (mayormente a los callejeros), ya que se infectan al ingerir carne de animales infectados, como por ejemplo ratones, pájaros, etc.
Cuando el ciclo vital del parásito Toxoplasma gondii se completa, este será eliminado o desechado mediante las heces del gato infectado. Estas no son infecciosas en el mismo instante de la deposición para el humano u otros animales, pero sí lo serán pasadas veinticuatro horas, que es cuándo hay que tener precaución.
El ciclo del Toxoplasma en vías de contaminación sería el siguiente:
Huésped intermedio (ratón, pájaro…) > Gato Huésped > Deposición (Caca)

Gatos con toxoplasmosis
Los gatos con este protozoo (mayoritariamente callejeros) no presentan ningún signo clínico evidente, por esta razón es esencial extremar la limpieza con las heces de tus Gatos. Además, hay que tener en cuenta que, a parte de las heces, la saliva o el contacto de nuestras mascotas también pueden extender el parásito.
Otras de las causas de infección son las frutas, hortalizas y vegetales que no se lavan.
Las heces infectadas pueden hacer que los gatos contraigan esta enfermedad. Pero no todo viene de parte de nuestros gatos, también, el consumo de carne cruda o mal cocinada (poco hecho) puede contener el parásito y es otra de las causas primordiales. Otras de las causas son las frutas, hortalizas y vegetales que no se lavan.
También existe la posibilidad que tu gato tenga Toxoplasmosis innata, o sea, que haya nacido con el parásito.
Sin embargo debe aclararse que es muy poco probable que un gato sano, cuidado, con una nutrición equilibrada y una higiene perfecta presente Toxoplasmosis. Menos de un 3% de los Gatos caseros tienen Toxoplasmosis en forma activa.
Riesgos en embarazadas
Las mujeres embarazadas deben tener mucho cuidado con la relación próxima a los gatos a lo largo del embarazo, ¿pero por qué razón? El motivo es que una mujer que se vea inficionada por el protozoo puede inficionar al bebé, en tanto que el parásito puede atravesar la placenta. Esto ocurre solo cuando la madre se inficiona por vez primera a lo largo del embarazo.
Es preciso aclarar que si bien el peligro existe, con prevención los peligros se minimizan prácticamente por completo. En la actualidad son más las mujeres que contraen esta enfermedad por consumir carne cruda o bien mal cocida (embutidos) o bien por el consumo de verduras y hortalizas mal lavadas, que por el contacto con gatos.
Precauciones ante Toxoplasmosis
Si la manipulación de las heces de los gatos se efectúa con guantes y se hace siempre y en todo momento un par de veces al día, los peligros de contraer la toxoplasmosis son prácticamente nulos. Siempre y cuando limpiemos la bandeja sanitaria lo vamos a hacer bien protegidos con guantes.
El pelaje de los gatos puede contener pequeños restos de heces debido a la higiene diaria que estos hacen, mas es verdaderamente poco probable. Sin embargo es recomendable lavarse bien las manos tras estar en contacto directo con nuestras mascotas.